BIENESTAR

Consejos para un estilo de vida saludable

Tenemos toda una semana para ayudarte a cambiar las cosas. Descúbrelo aquí.  

Seamos sinceros. No todos los días pueden ser increíbles, hay que aceptar que, algunos días, por alguna razón sientes dolor. Cuando estás teniendo un buen día, no dudes en disfrutarlo. Y cuando tengas uno que no sea tan bueno, veamos qué puedes hacer para salir adelante y tal vez incluso darle la vuelta a la situación. Tienes por delante toda una semana de inspiración con la que te ofrecemos unas ideas para controlar y combatir el dolor.

1. DA GRACIAS POR LO QUE TIENES

Piensa en las cosas por las que estás agradecido/a: cosas grandes y pequeñas. De hecho, coge lápiz y papel y haz una «lista de cosas por las que das gracias». Te sorprenderá lo rápido que puede crecer esa lista y lo bien que te hará sentir. ¡De verdad! Hay más de 40 estudios de investigación que sugieren que el pensamiento positivo y la gratitud pueden fortalecer la felicidad, la salud, las relaciones, las carreras profesionales, los rasgos de personalidad y el bienestar emocional.

Vas a ser capaz de tener control sobre el dolor y no al revés. Y cuando necesites un analgésico, Actro puede darte la dosis que necesitas para todo el día para aliviar y combatir el dolor leve y que vuelvas a ser tú.

-O dominas el día o el día te domina a ti-

-Patricia Briggs

2. ESTABLECE CONEXIONES

Recuerda tu objetivo: distraerte del dolor y hacerle frente.

Amigos, familiares y vecinos. Piensa en los familiares y amigos/as en los que puedes apoyarte, o tal vez para distraerte e ir a dar una vuelta. Puede que te despeje y ayude a olvidarte de ese dolor leve o moderado. Si tienes algún dolor que da un poco más de fastidio como un esguince o una lumbalgia, acude a ellos/as para posibles recados o ayudarte en la casa

Consejo para cambiar la situación: Sé proactivo/a

En lugar de esperar, haz planes con anticipación para comer o tomar un café con un amigo. De esta forma te será más fácil combatir el dolor ocasional y poder disfrutar de cualquier plan que hagas.

Haz ejercicio. Cada vez hay más investigaciones que respaldan que el ejercicio puede hacer maravillas tanto para la mente como para el cuerpo a la hora de prevenir el dolor. El ejercicio regular es lo mejor, pero incluso una caminata a paso rápido y ligero puede tener un efecto inmediato que dure horas.

El yoga es otra gran forma de hacer ejercicio de bajo impacto en el que hay estiramientos, posturas y respiración controlada. Existen diferentes estilos de yoga para satisfacer las necesidades de todos. Probablemente haya varios centros de yoga cerca de donde vives, pero también puedes practicarlo fácilmente en casa. Solo tienes que tratar de recrear el ambiente relajante de un centro lo máximo posible. Existen otras terapias para el dolor que pueden ayudarte a controlarlo como pilates o deportes como la natación.

3. RECUERDA RESPIRAR

¿Un mal día? Esto también pasará. Respira profundamente. De hecho, hazlo unas 10 veces. Los ejercicios de respiración profunda pueden ayudarte a bajar la tensión arterial e inducir un estado profundo de relajación. ¿Cómo puedes hacerlo?

  1. Encuentra un espacio tranquilo.
  2. Siéntate o túmbate.
  3. Respira normalmente, luego intenta respirar profundamente: inhala lentamente por la nariz, deja que el pecho y la parte inferior del abdomen se eleven a medida que llenas de aire los pulmones y el abdomen se expande por completo; luego espira por la boca (o la nariz, si te resulta mejor).
  4. Una vez que haya dominado los pasos 1–3, repítelos con los ojos cerrados. Haz esto durante unos minutos o el tiempo que tengas. Incluso un minuto puede ayudarte.

Para obtener más formas de relajarse, consulta nuestro artículo sobre controlar el dolor.

-Dejemos para mañana los problemas de mañana-

-Jim Rohn

4. HAZ QUE CUENTE

Mientras te encaras al fin de semana, planifica maneras de mejorar el día de otra persona. Si descubres que tienes tiempo libre, piensa en hacerte voluntario en un refugio o centro comunitario. O, si tienes poco tiempo, tal vez puedas dejar algunos artículos en el banco de alimentos de tu barrio. Si no puedes ayudar esta semana, comprometerte para una fecha futura aún puede hacerte sentir bien de forma inmediata. Averigua las oportunidades que tienes de ofrecer ayuda en tu barrio.

-Nadie que aligera la carga de los demás es inútil en este mundo-

-Charles Dickens

5. MIRA A DÓNDE VAS, NO A DÓNDE HAS IDO

Olvídate de las dificultades de la semana y céntrate en las cosas buenas que tienes por delante. Piensa en los acontecimientos positivos de la vida que te esperan y fija algunas metas.

Podrían ser cosas que quieres conseguir en la vida, como ser más positivo, volver a estudiar, comer de una forma más saludable o hacer más ejercicio. O bien podrían ser objetivos más específicos y a corto plazo, como correr o caminar tus primeros 5 km. Las metas pueden darte algo que esperar y mantenerte motivado. Cuando busques nuevas metas, asegúrate de darte tiempo suficiente para prepararte y alcanzarlas.

Consejo para cambiar la situación: reparte abrazos

No subestimes el poder del contacto humano. Se ha demostrado que realmente ayuda tanto en la curación física como en la emocional. Por eso, tómate un minuto hoy para abrazar a un amigo o familiar.

6. PREPÁRATE

Tómate tiempo hoy para hacer un horario y organizarte la semana. A continuación, te indicamos algunas cosas que puedes hacer para que todo transcurra de forma más fluida:

  • Cocina con antelación. Si parece que vas a tener una semana movida, cocina el domingo. Si guardas en la nevera lo que has cocinado, se conservará 3 días. Si tienes ganas, cocina para toda la semana y congela lo que no vayas a comerte antes del miércoles.
  • Prepara la noche anterior el almuerzo que tienes que llevarte al día siguiente. Si tienes que preparar el almuerzo del día siguiente para ti o tu familia, hazlo antes de acostarte para que no tengas que preocuparte de hacerlo por la mañana.
  • Prepara la noche anterior la ropa del día siguiente. Al igual que con el almuerzo, dejar preparada la noche anterior la ropa puede ayudar a aliviar el estrés a la mañana siguiente.
  • Elabora una agenda. Conoce exactamente qué citas y actividades tenéis tu familia y tú antes de que comience la semana. De esta manera, no estarás peleándote toda la semana para tratar de descubrir quién está haciendo qué y cuándo.
  • Revisa tu actitud. Algo tan sencillo como pensar de forma positiva puede tener un gran efecto en cómo transcurre la semana.

-Si puedes imaginarlo, puedes, lograrlo-

-William Arthur Ward