ENTENDER TU DOLOR - TIPOS DE DOLOR DE CABEZA
Cefalea tensional: causas, síntomas y tratamiento
La cefalea tensional es de los tipos de cefalea más frecuente. El panorama de las cefaleas y los diferentes dolores de cabeza en sí es muy variado, y a menudo resulta complejo identificar sus causas y combatirlas eficazmente. Desde Actro® te ofrecemos una visión general de este tipo de dolor de cabeza, sus causas y tratamiento.
¿Qué es la cefalea tensional?
La cefalea tensional debe su nombre a una interpretación que atribuye sus causas a una contracción irregular de los músculos del cuello y la cabeza. Esta interpretación ya no se considera científicamente válida, y hoy en día se cree más bien que hay varias causas en el origen de la molestia.
La cefalea tensional se manifiesta con un tipo de dolor de cabeza muy peculiar, opresivo y constante, la típica sensación de “círculo en la cabeza”, incluso cuando no es muy intenso. Los ataques pueden suceder como algo aislado, durar hasta 30 minutos o incluso hasta 7 días. También pueden aumentar en intensidad y frecuencia, evolucionando hacia una forma crónica que requiere atención médica. Una forma de diferenciar los tipos del dolor de cabeza es dónde se localiza el dolor. En el caso de la cefalea tensional, a diferencia de la migraña (requiere atención médica), el dolor de cabeza se siente en ambos lados de la cabeza y tiende a irradiarse hacia el cuello y los hombros. La cefalea tensional también debe distinguirse de la cefalea en racimos (requiere atención médica), cuyo dolor suele ser mucho más intenso y se produce según un patrón cíclico preciso, en racimos, que es lo que le otorga el nombre a este tipo de dolor de cabeza.
Causas de la cefalea tensional
Hoy en día se tiende a reconocer la presencia simultánea de varios factores que llevan a una cefalea tensional, ninguno de los cuales es la causa inequívoca del dolor de cabeza. Como explicación, se ha planteado la hipótesis de una anomalía del sistema nervioso central que podría intervenir en la respuesta del cerebro al estímulo doloroso, aumentando su sensibilidad. Otras teorías encuentran una posible explicación en la reducción de los niveles de serotonina 1. En cualquier caso, la enfermedad es más frecuente en el sexo femenino 2, pero no existe un grupo de edad prevalente. Los factores desencadenantes de la cefalea tensional son:
- El estrés, quizá debido a un trabajo intenso o prolongado, que puede provocar desequilibrios en el sueño y la alimentación, además de aumentar la posibilidad de que aumente la tensión muscular, sobre todo en los músculos del cuello y la cabeza.
- Posturas incorrectas o incómodas, especialmente si se mantienen durante periodos muy largos. La tensión muscular también desempeña un papel en este tipo de dolor de cabeza. Aunque ya no se reconoce como una causa inequívoca, es prácticamente seguro que desempeña un papel importante en la aparición de cefalea tensional.
- Los síndromes ansiosos o depresivos, que de forma similar al estrés predisponen a trastornos del sueño, aumento de la tensión muscular y desequilibrios en la alimentación. Requieren atención médica.
- El bruxismo, es decir el rechinar los dientes, que provoca una contracción continua del músculo temporal y, en consecuencia, aumenta la probabilidad de que aparezca una cefalea tensional.
- El abuso de fármacos analgésicos, quizá precisamente para contrarrestar los síntomas de las cefaleas. Estos fármacos, si se toman sin la debida precaución, tienden a perder su eficacia con el tiempo y las cefaleas pueden surgir como efecto secundario.
- Predisposiciones familiares o genéticas.
- Otras patologías cuya manifestación también provoca dolores de cabeza entre los síntomas, en cuyo caso hablamos de cefalea de tipo secundario. Requieren atención médica.
Tipos de cefalea tensional
Existe una clasificación de tipos de cefalea tensional, basada en la frecuencia y duración de los ataques y en la intensidad y tipo de dolor y síntomas relacionados:
- Cefalea tensional episódica: cuando el número de ataques es relativamente bajo y el dolor no es muy intenso. Al mismo tiempo puede clasificarse en:
- Cefalea episódica esporádica: cuando se produce menos de un ataque al mes.
- Cefalea frecuente: cuando los ataques se producen con mayor frecuencia en el transcurso de un mes durante al menos tres meses.
- Cefalea tensional crónica: cuando los episodios son diarios o muy frecuentes, más de quince días al mes durante más de tres meses. El dolor de cabeza, en este caso, puede ir acompañado de otros síntomas, como náuseas y fotofobia (molestia a la luz) o fonofobia (molestia al ruido), estas últimas no presentes al mismo tiempo. En estos casos hay que buscar atención médica.
Tratamiento de la cefalea tensional
La cefalea tensional ocasional no requiere la intervención médica. El tratamiento de la cefalea tensional puede abordarse con terapia farmacológica, es decir, con medicamentos de venta libre en farmacia. Los AINE, antiinflamatorios no esteroideos son diversos principios activos, como por ejemplo el ácido acetilsalicílico presente en Actron® Compuesto el cual es un fármaco adecuado para esta dolencia. Se trata de un medicamento sin receta cuya fórmula de rápida absorción combina ácido acetilsalicílico, cafeína y paracetamol, aliviando de forma efectiva el dolor de cabeza leve y moderado.
Por otra parte, hay que acudir al médico cuando la intensidad y la frecuencia de las crisis de cefalea tensional son tales que afectan gravemente a la calidad de vida. Es crucial, en este momento, proporcionar una anamnesis precisa de los síntomas y los antecedentes familiares, para poder localizar con precisión el problema y establecer un tratamiento adecuado. Si los ataques siguen un patrón anormal o se asocian a otros síntomas que pueden hacer sospechar un origen secundario de la patología, es decir, que la cefalea es sólo un síntoma de otra patología en curso, pueden prescribirse pruebas diagnósticas como el TAC o la resonancia magnética.
La prevención de la cefalea tensional pasa por vías no farmacológicas: la validez científica de terapias alternativas como el biofeedback 3 o la acupuntura es discutida, mientras que una mayor atención al propio estilo de vida es sin duda una ayuda fundamental. Para evitar la tensión muscular y otros factores que derivan en cefalea tensional es recomendable:
- Evitar el estrés: es esencial aprender a gestionar las situaciones estresantes y reducir la ansiedad mediante terapias cognitivo-conductual o técnicas de relajación reconocidas, como la meditación guiada o el yoga. El estrés puede aumentar la tensión muscular, por lo que es importante vigilar nuestros niveles diarios de factores estresantes y encontrar tiempo para desconectar.
- Masajes para la tensión muscular: reduce la tensión muscular mediante masajes, preferiblemente realizados por personal cualificado. De este modo podrás evitar el dolor de cabeza por acumulación de tensión.
- Vigilar la postura: prestar atención a tu postura es importante para evitar el dolor de cabeza causado por la cefalea tensional, sobre todo si tienes que mantenerla durante periodos prolongados de tiempo, quizá al sentarte en el coche o en el trabajo. En estos casos, es importante ajustar la altura del asiento, para que los muslos estén lo más paralelos posible al suelo y del respaldo, para garantizar un apoyo cómodo de la espalda. Por último, es importante no inclinar la cabeza hacia delante y mantener los hombros rectos. Además, es aconsejable levantarse para estirar las piernas y descansar la vista cada hora aproximadamente.
Todas estas medidas, si se incluyen en nuestra rutina diaria, pueden minimizar la tensión muscular y los factores que pueden desencadenar la cefalea tensional, evitando que se convierta en un problema mucho más grave.
Referencias
- La Depresión y el Dolor de Cabeza https://headaches.org/la-depresion-y-el-dolor-de-cabeza/
- ¿Cuáles son las causas de las cefaleas? https://www.cun.es/enfermedades-tratamientos/enfermedades/cefaleas#:~:text=Cefaleas%20primarias,-Dolor%20de%20cabeza&text=Las%20m%C3%A1s%20frecuentes%20son%3A,empeora%20con%20la%20actividad%20f%C3%ADsica
- Biofeedback https://www.topdoctors.es/diccionario-medico/biofeedback